El despertar del lobo
Ramón Zurita Sahagún lunes 30, May 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Lo necesitaba el PAN, aunque nadie encontraba la forma en que sus prospectos presidenciales salieran a dar la cara y mostrar que pueden ser buenos contendientes.
Lanzar a siete en busca de una candidatura presidencial no fue la mejor estrategia, por lo que no logró prender ni dentro del partido, ni mucho menos en el ánimo ciudadano.
Por eso, se buscó una nueva fórmula que moviera a los adormilados panistas para generar interés en la población sobre sus precandidatos presidenciales.
El personaje elegido para esta nueva táctica fue el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, ubicado como el “favorito de Los Pinos”, por lo que poco más de una centena de militantes, entre conocidos y desconocidos, respaldara en una carta abierta su candidatura.
De esa forma, se abrió el abanico de opciones panistas, para que los militantes vayan definiendo cada uno el respaldo hacia quién pretendan se convierta en candidato presidencial de su partido.
Cordero Arroyo se vio (y fue) obligado a salir para refrendar el propósito de sus apoyadores de que desea participar en la competencia partidista.
Con esa estrategia, los panistas entraron de lleno al proceso electoral del año próximo, al tiempo que iniciaron el descarte de varios de sus prospectos, reduciendo el número de los mismos.
La carta abierta y la salida a los medios del secretario de Hacienda provocaron que de un plumazo queden relegadas las aspiraciones de tres de los “siete magníficos”.
Emilio González Márquez, gobernador de Jalisco; Heriberto Félix Guerra, secretario de Desarrollo Social y Javier Lozano Alarcón, titular del Trabajo y Previsión Social, fueron borrados del mapa electoral con la definición del secretario de Hacienda.
Lo contrario sucedió con los otros tres personajes que buscan la candidatura presidencial, ya que sus seguidores cerraron filas y dieron color en cuanto a definiciones.
Al que mejor le fue en ese terreno fue al secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal, quien recibió muestras de simpatía y respaldos de parte de personajes importantes dentro de su partido, entre ellos senadores y diputados.
Lujambio se encuentra convertido en el compañero de fórmula de Cordero Arroyo, ya que desde Los Pinos se apuesta para que vayan en fórmula, siendo uno de los dos el candidato presidencial y el otro juegue por la jefatura de gobierno del Distrito Federal.
Con base en la estrategia diseñada en los altos mandos del partido, Cordero Arroyo juega como la opción uno y Lujambio Irazábal, como la dos, con la idea anterior, ya que la fórmula inversa no convence tanto.
Del otro lado se encuentran los dos legisladores que buscan la candidatura presidencial del PAN, la diputada Josefina Vázquez Mota y el senador Santiago Creel Miranda, los que también se vieron beneficiados con este arranque electoral, aunque más la primera que el segundo.
Y aunque ellos no van en mancuerna, se prevé que al final de la jornada tendrán que ir en fórmula, siendo el mejor posicionado de ellos el que ceda el sitio y los respaldos al otro.
Dentro de Acción Nacional se está dando el fenómeno de la línea en que, recurriendo a viejas fórmulas de otros partidos, el Presidente de la República se convierta en el gran elector.
Por eso, se han formado movimientos contrarios a esta práctica que buscan por todos los medios impedir fructifique la cultura del “dedazo”, que antaño ejerció otro partido y que fomentó fuertes críticas.
En eso basan Josefina y Santiago sus posibilidades de convertirse, alguno de ellos, en el candidato presidencial, mostrando que en Acción Nacional privan métodos democráticos.
Con los respaldos recibidos por ambos y el trabajo realizado dentro y fuera del partido, los dos legisladores confían en arrebatar el poder absoluto que intenta concentrar el gran elector el partido.
Pero si la lucha interna se pone al rojo vivo, hacia afuera los panistas recobran vida, ya que antes de estos movimientos, se veían sumamente rezagados ante el posicionamiento alcanzado por los aspirantes de los otros partidos.
El ejemplo de lo sucedido en el Estado de México, donde su candidato se está quedando, fue el mejor referente para iniciar los movimientos de tácticas y estrategias electorales y mediáticas del partido blanquiazul.
Luis Felipe Bravo Mena mostró la gran equivocación que pueden cometer los panistas con un candidato presidencial anodino, al que le costaría demasiado trabajo posicionarse.
Y es que al ex secretario particular del presidente Felipe Calderón no le resultaron sencillas las cosas en la entidad mexiquense, con todo y su entusiasmo, ya que sus posibilidades de triunfo se consideran escasas ante sus adversarios, el priísta Eruviel Ávila y el perredista Alejandro Encinas.
Evitar a toda costa que con la candidatura presidencial suceda algo similar, es la tarea primordial de los panistas que consideran que con el paso adelante dado por Ernesto Cordero Arroyo se inició el despertar del lobo.
ADVERTENCIA DE MANLIO
Los riesgos económicos no están superados y frente a ellos no puede haber distracciones, menos de carácter electoral, advirtió Manlio Fabio Beltrones.
Por eso, dijo, debemos mantener la cordura frente a indicadores que señalan un descenso en la actividad exportadora no petrolera y manufacturera, incrementos en los precios de alimentos procesados y los energéticos y niveles de desempleo juvenil que casi duplican el promedio general.
La incertidumbre que prevalece en el entorno económico global y la inquietud social frente al desempleo y la carestía que se manifiesta en diversas latitudes, llaman a la cautela y a un uso eficaz de los programas públicos para darle vigor al crecimiento, atender la demanda de empleos de calidad y evitar la profundización de la pobreza y la desigualdad social, expresó el senador priista en reunión con integrantes de la Liga de Economistas Revolucionarios.